Benito Juárez, figura histórica de primera importancia, ha sido fuente de inspiración no sólo para la oratoria política o la investigación historiográfica, sino también para varios artistas a lo largo de un siglo.
El Taller de la Gráfica Popular, fundado en 1937, ha sido un movimiento artístico de gran tradición que recuperó la función social del arte del grabado, herencia de Posada, donde la vertiente central del trabajo colectivo era la promoción del nacionalismo en el terreno de la plástica.
Un tema central en la producción del Taller de la Gráfica Popular es la creación de imágenes que representan las luchas heroicas del pueblo mexicano: Independencia, Reforma, Revolución o Expropiación Petrolera. Juárez forma parte de este espejo. En el blanco y negro de estas obras se advierte la posibilidad de acceder a la historia de este país desde la provocadora mirada del artista.