La vida privada de Benito Juárez presenta diversos aspectos y sucesos que siempre han llamado la atención. Margarita Maza, su esposa, era la hija de la familia en que Juárez trabajó como sirviente durante sus primeros años en Oaxaca. Se casó con ella el 31 de julio de 1843 cuando él tenía 37 años y ella 17. Tuvieron 12 hijos (3 varones y 9 mujeres) de los cuales 5 murieron a temprana edad temprana. El único hijo varón que llegó a la edad adulta, quien también se llamó Benito, murió sin tener descendientes.
Dado que la vida política de Juárez se vio marcado por los constantes traslados (por su exilio, por el movimiento de su gobierno de una ciudad a otra), mucho tiempo vivió alejado de su familia. Sin embargo, su relación siempre fue estrecha y durante todo ese tiempo, Margarita supo apoyar a Juárez. Quienes conocieron de cerca a la pareja, destacaron el afecto que se tenían así como la fuerza de Margarita.
Otro aspecto interesante es el hecho de que Benito Juárez casó a sus hijas con norteamericanos y por la Iglesia. Al respecto Justo Sierra menciona que por su propio origen y por las costumbres de la época, Juárez nunca dejó de ser religioso, aunque siempre defendió la separación de la Iglesia en los asuntos del estado.
Finalmente, algunos historiadores destacan la cerca relación que Juárez mantuvo con las personas que formaron parte de su gabinete, y que lo acompañan en su constante peregrinar, como Melchor Ocampo, Guillermo Prieto y Pedro Santacilia. Ellos constituyeron su familia oficial, con quienes compartió incontables sucesos y anécdotas.